Junto al sepulcro del apóstol Santiago, amigo del Señor, hemos vivido unos días de gracia en Compostela. Además, nos hemos acercado a Pontevedra, en el centenario de la aparición de la Virgen a sor Lucía de Fátima. Y hemos disfrutado de la belleza de la creación.
Durante estos días hemos podido profundizar en el misterio de la Santa Misa y en la vida de comunión entre los congregantes.

