Intento de fundación en Parla
Tras la vuelta a las fuentes llevada a cabo en la Casa de Talavera gracias a las Madres Casas, Martín y Adelaida, y la erección como Monasterio “sui iuris” por Don Marcelo González Martín en 1987, la Comunidad siguió creciendo gracias a las numerosas vocaciones que llegaban cada año. En 1991, año de la muerte de la M. Casas, ya eran veinte las jóvenes que habían entrado tras la reforma.
Como veíamos que la Comunidad aumentaba y que nuestra labor de educación era cada vez más necesaria, empezamos a plantearnos en serio la posibilidad de fundar una nueva Casa. Ya había habido alguna posibilidad en León, en Sigüenza, en Bujalance… incluso en Puerto Rico, por petición de varios Obispos que nos conocían y querían que trabajáramos en sus Diócesis, pero las condiciones que nos ofrecían (de los edificios, de colegios ya en funcionamiento…) no eran adecuadas para nuestra forma de vida monástica y educativa.
En 1999, en que ya éramos cincuenta monjas, decidimos ofrecernos a Monseñor Francisco José Pérez y Fernández-Golfín, primer Obispo de Getafe (Diócesis desgajada de la de Madrid en 1991, que tenía la población más joven de Europa), para continuar la obra educativa de nuestra Santa Madre en favor de la juventud femenina en el lugar que más lo necesitara. Don Francisco escuchó nuestra exposición con gran interés, y prometió ayudarnos.
Poco tiempo después, nos comunicó que conocía a un matrimonio de Parla, Don Román Bello y Doña Gloria Bermejo, que no tenían hijos y siempre habían querido donar un terreno para construir un colegio de la Iglesia, pero por distintos motivos nunca habían logrado su propósito. Les había contado nuestra entrevista y ellos estaban dispuestos a donarnos un terreno en su localidad, Parla, para levantar el nuevo convento-colegio. La voluntad del Señor estaba clara: quería que fundáramos y nos solucionaba lo que más podía dificultarlo: la compra del terreno.
En seguida nos pusimos en contacto con D. Román y Dª Gloria, un matrimonio cristiano de verdad.
Pronto la noticia de la Fundación se extendió por todo el Colegio, familias y amigos, pues empezamos una campaña de oración y de petición de fondos para iniciar la construcción. El ambiente era estupendo: las monjas estábamos muy ilusionadas, y para las niñas era toda una novedad: empezaron a hacer cábalas sobre quiénes de las monjas se irían de Talavera al nuevo Colegio de Parla.
El 2 de febrero de 2001, nuestro capellán, Don Jorge López Teulón, incondicional siempre para los asuntos de la Casa, nos regaló una imagen de la Virgen Niña (“porque –dijo- no hay que comenzar la casa por el tejado”) que había pertenecido a un colegio de Barcelona (su ciudad natal), pero que con la secularización de los últimos tiempos había sido abandonada. Don Jorge se encargó de gestionar la donación de la imagen, su traslado a Talavera y su restauración, que realizó una antigua alumna.
En el Colegio todo se vivía ya pensando en la Fundación, pero en Parla el ambiente no era tan favorable: el alcalde y los responsables del Plan Urbanístico no veían con buenos ojos que ese terreno se dedicase a una labor educativa de la Iglesia, retrasaban mucho los trámites y ponían numerosas dificultades administrativas. Parecía que al final el nuevo Colegio iba a quedarse sólo en un sueño…

Trámites en Valdemoro
El 14 de noviembre 2001, Don Francisco Pérez y Fernández Golfín (al que habíamos comunicado nuestras dificultades) llamó por teléfono a la M. Lourdes Tafur, Superiora de la Casa desde el año 2000, para decirle que después de la visita pastoral en su diócesis creía posible que se realizase la fundación del nuevo Colegio en Valdemoro. Nos dejó libertad para continuar los trámites de Parla o iniciar un nuevo camino en Valdemoro y nos puso en contacto con Don Ignacio López, párroco de Nuestra Señora del Pilar, en esta ciudad, que tenía un grupo de matrimonios jóvenes en la Parroquia muy interesados en contar con un Colegio católico para sus hijas y dispuestos a colaborar. También hablaron con el Alcalde de Valdemoro y la Concejala de Educación, que se mostraron muy deseosos de la fundación y dispuestos a realizar todos los trámites posibles. Se notaba que eran personas de Iglesia en un ambiente muy diferente al de Parla.
Ya en Casa, la Madre Superiora notificó a la Comunidad que la fundación ya no se realizaría en Parla y contó los trámites que se habían iniciado en Valdemoro. La alegría fue enorme. Como en el Colegio aún no se sabía, dejamos de hablar de Parla y solo decíamos “el nuevo Colegio”.
La Madre Superiora habló con Don Román Bello (donante del Terreno de Parla) y le notificó los pasos dados en Valdemoro. La reacción de Don Román fue muy edificante, con una generosidad total. Según afirmó, su donativo era a la Iglesia, para lo que esta necesitase según las directrices de su Obispo. Se mostró muy contento de poder colaborar y de que su terreno de Parla sirviese para sacar el dinero suficiente para comprar el terreno en Valdemoro.
El 7 de diciembre, víspera de la Inmaculada, Don Francisco Golfín llamó a la Madre Superiora dando su asentimiento a todos los trámites realizados y mostrando su deseo de que la fundación se realizara en Valdemoro.
Comunicamos a Don Francisco Álvarez, Cardenal Arzobispo de Toledo la nueva orientación de la fundación. El Cardenal se mostró muy satisfecho por el cambio de localidad y deseoso de ayudarnos en lo que fuera necesario.
Preparativos

Comenzó el año 2002. El 24 de enero, en el Ayuntamiento de Valdemoro se celebró una reunión para encontrar la fórmula técnica para conseguir el terreno. La propuesta que ofrecieron a la Orden de Hijas de María Nuestra Señora era una venta por medio de concurso público facilitando el pago en el plazo de cuatro años. Incluso se ofrecían a buscar un comprador para el terreno de Parla con el fin de ayudarnos a obtener fondos. Aceptamos la propuesta.
Este año se celebró la fiesta de Santa Juana de Lestonnac el 1 de febrero (por ser sábado el día 2). La Misa de la Santa Madre fue presidida por Don Ignacio López, párroco de Valdemoro. Los profesores y personal del centro empezaron a sospechar un cambio en la fundación.
Ese día, la Madre Superiora desveló en Comunidad los nombres de las once fundadoras: la M. Ana María García Oliva fue designada Superiora de la nueva Casa.
Con gran alegría, el 25 de marzo de este año 2002 recibimos el permiso de Roma para realizar la fundación.
El Ayuntamiento de Valdemoro sacó a concurso público la parcela del sector R-6 “El Caracol”, y poco después nos notificaron que éramos las únicas candidatas a la adquisición del terreno. Por su parte, el Obispado de Getafe certificó su conformidad con la fundación del convento–colegio en Valdemoro.
Enviamos a los locales de la Parroquia unos trípticos informativos sobre el futuro Colegio, para que los feligreses fueran teniendo noticia sobre quiénes somos y qué pretendemos en la educación.
Las fundadoras comenzaron a prepararse para sus futuros trabajos.
El primer donativo recibido procedió de las Carmelitas del Cerro de los Ángeles, que querían colaborar con la fundación del nuevo convento-colegio, que sería en su diócesis.
Hubo algún episodio desagradable por parte de grupos que no estaban conformes con la Fundación: varias mujeres se presentaron en el terreno muy airadas contra el futuro colegio, tras haber leído –y malinterpretado– el folleto que, para anunciarnos, dejamos en las parroquias de la localidad. También algún periódico nacional publicó artículos desfavorables.
Nuestra actitud fue dejar pasar estas cosas y ocuparnos en ser fieles, sin descalificar a nadie, dedicándonos a trabajar a mayor gloria de Dios.
Bendición de la primera piedra
El 24 de septiembre de 2002 fue un día grande. Tuvo lugar la bendición, en el terreno de Valdemoro donde se edificará el convento-colegio, de la primera piedra de la construcción. De Talavera fueron ocho autobuses.
Nos acompañaron unas quinientas personas entre alumnas, familiares y amigos.
De la Casa Madre fueron las once monjas que formarían la nueva Comunidad, y también la M. Superiora y varias religiosas de Talavera.
Llevamos la imagen de la Niña María de Valdemoro, que se quedó en la Parroquia de la Asunción, esperando la futura llegada de las monjas, y bendiciendo al pueblo para que respondiera bien a la siembra del Evangelio.
A las 12 empezó la ceremonia de bendición, presidida por el Sr. Obispo de Getafe, D. Francisco José Pérez y Fernández- Golfín, que se ganó a todo el mundo por su sencillez, por su excepcional talante pastoral y por su sintonía con las niñas pequeñas. Asistieron varios concejales del Ayuntamiento de Valdemoro, varios directores de colegios públicos y numerosos sacerdotes (más de 20), que después concelebraron en la Santa Misa de acción de gracias en la Parroquia de la Asunción, la principal del pueblo.
A continuación, comimos todos en el Parque Duque de Ahumada, en un ambiente de familia formidable, que se hizo visible de forma especial en la velada, que fue una explosión de alegría y unión.
Finalmente, hacia las 5.30 nos desplazamos hasta el Cerro de los Ángeles, para rezar en la Basílica el Rosario y consagrar la fundación al Corazón de Jesús.
En Comunidad, el 29 de septiembre sacamos, en sorteo, encomendadas a la Providencia de Dios, el arcángel patrón de la Casa de Valdemoro. Salió San Gabriel… ¡como en Talavera!
Don Francisco Golfín nos ofreció, para alojarnos desde que saliéramos de Talavera hasta que estuviera construido parte del Colegio, una casita que las Carmelitas de La Aldehuela tenían dentro de su finca. Las Madres la visitaron y vinieron contentísimas. Las Carmelitas se volcaron con ellas en cariño y cercanía, ofreciendo todo lo que tenían. Vieron la casita, con dos plantas, independiente (aunque en el mismo recinto del convento), y con capilla. Además poseía un amplio espacio verde para rezar y poder expansionarse. La Misa podríamos oírla en el Carmelo.
21 Noviembre. Fiesta de la Niña María. Fue una jornada especial, con marcado sentimiento, porque sería la última Niña María que celebrásemos toda la Comunidad unida antes de la fundación.
Otro contratiempo: Puesto que ya existía en la Comunidad de Madrid otra institución con el mismo nombre de “Compañía de María”, nos veíamos en la obligación de variarlo, de modo que el Colegio de Valdemoro se llamaría “Colegio de Nuestra Señora”.
2003: año de la fundación
En enero apareció en un periódico nacional un artículo difamatorio contra el Colegio por ser de educación diferenciada; la contrapartida fue que numerosas antiguas alumnas, familias, e incluso gente desconocida, nos mostraron su apoyo, y además, en el fondo, nos estaban haciendo propaganda gratis, y la gente a favor de la educación católica, al sentirse atacada de alguna manera, se reafirmaba en sus convicciones al tener que defenderlas.
Se solicitaron todos los documentos necesarios para comenzar una obra de esa envergadura, y, el 27 de febrero de 2003, ¡por fin comenzaron las obras en el terreno de Valdemoro!
Llegó marzo, el mes de la Fundación. El día 13, nos llegó un regalo de San José: estábamos ultimando la compra de un coche, puesto que lo necesitaríamos en Valdemoro. Pues bien, ¡las Carmelitas de Duruelo nos daban uno que tenían! Así comenzó la Providencia a sostener económicamente la Fundación. Y aún no ha dejado de sorprendernos…
25 de marzo de 2003: El Obispo de Getafe dio su consentimiento a la Superiora para la erección de un Monasterio autónomo en Valdemoro.
29 de marzo de 2003: fundación de la Casa de Valdemoro
Fue un día muy emotivo. La Misa de Comunidad fue celebrada por D. Manuel Sainz-Pardo (nuestro confesor) y D. Jorge López Teulón (capellán). Al final, todas –mientras rezábamos el Te Deum y cantábamos la Salve– abrazamos a las MM. Ana María, Sara, Silvia y Marta Timón, la “avanzadilla” de la nueva Comunidad, que se iba a instalar en La Aldehuela, desde donde cada día irían a Valdemoro para comenzar las matrículas, cuyo plazo se abría el 1 de abril.
El 7 de abril de 2003 se erigió el Monasterio Sui Iuris en la Comunidad de Valdemoro.
Llegada del segundo grupo de fundadoras
Llegó el 27 de junio de 2003, solemnidad del Corazón de Jesús, día en el que partieron las siete fundadoras para unirse a las cuatro que esperaban ya en la Aldehuela.
Acompañadas por la M. Lourdes Tafur y la M. Marina Martín, las siete fundadoras llegaron al Cerro de los Ángeles, donde nos reunimos todas. Allí consagramos la Fundación al Corazón de Jesús.
Comenzaba la andadura de la nueva Comunidad.

Traslado a Valdemoro
12 de septiembre de 2003: la nueva Comunidad se marchó definitivamente a Valdemoro. Como aún no estaba construido el convento, vivimos en los Laboratorios, en la tercera planta del edificio de Infantil.
El 15 de septiembre el Colegio de Nuestra Señora abrió sus puertas, y comenzó el curso con once niñas matriculadas.
Bendición del Colegio
El 25 de octubre de 2003 tuvo lugar la Bendición del nuevo Colegio. Fue un día realmente extraordinario. Llegaron ocho autobuses que venían de Talavera, acompañados por 17 monjas. ¡Fue muy emocionante el volver a verse después de cuatro meses! La Santa Misa estuvo celebrada por el señor Obispo de Getafe D. Francisco Pérez y Fernández-Golfín, y concelebrada por 18 sacerdotes más. D. Francisco resaltó la importancia del día, la labor educativa de la Iglesia, y de manera especial de la Orden de Nuestra Señora. Al final de la Misa, Don Jorge López Teulón contó la historia de la imagen de la Niña María de Valdemoro, lo que emocionó a todos.
Después de Misa, subimos al Colegio, donde tuvo lugar la bendición. En la entrada estaba colocada la imagen original de la Niña María. Don Francisco entró en el Colegio y bendijo las aulas.
Las cerca de 700 personas tomaron un aperitivo en el patio. Después de la comida tuvo lugar un festival que hizo disfrutar a todos con las diversas actuaciones. Al final todos juntos cantaron “Niña María”, en un ambiente de alegría y emoción inmejorable.
Primera Niña María en el Colegio de Nuestra Señora
Después de organizar la novena preparatoria con las niñas y sus madres, celebramos la primera fiesta de la Niña María en Valdemoro.
A las 16’15 h. empezó la procesión (la celebramos por la tarde para no coincidir con la de Talavera y facilitar la asistencia a los padres). Llevaron a la Niña María las religiosas, varias madres de monjas y de alumnas, La procesión discurrió por el Parque de los Olivos, y la Misa la preparamos en la Sala de Usos Múltiples, acondicionada como capilla, pues asistieron cien personas. Presidió Don Ignacio López, concelebraron seis sacerdotes, entre ellos, Don Jorge López Teulón, capellán de Talavera y ayudó un diácono.
El 19 de marzo de 2005 nos despedimos de las habitaciones en los laboratorios para estrenar una parte de nuestro ansiado convento. Tras unas semanas de limpiezas intensivas, celebramos la primera Misa en la capillita de Comunidad. Vinieron Don Ignacio López y Don Alberto Íñigo, y a última hora, por sorpresa, llegó Don Jorge López Teulón, que presidió la Misa; a continuación, bendijo las dependencias del monasterio.
En 2011, en la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid, una de nuestras monjas, en nombre de toda la Orden, pudo saludar al Sucesor de Pedro en el encuentro que este tuvo con religiosas jóvenes en el Monasterio de El Escorial.
El acontecimiento más esperado fue la consagración de la iglesia, que tuvo lugar, tras años de espera, el 12 de noviembre de 2011. Presidió la Misa el Cardenal de Madrid, Don Antonio María Rouco, y concelebraron cerca de treinta sacerdotes. Nos acompañaron unas 1400 personas. Fue un día inolvidable.
En la vida del Colegio también ha habido hechos significativos: en 2014 abrimos el internado, donde conviven hasta 30 niñas; y en el curso 2019-20, que terminó con la pandemia del coronavirus, inauguramos el Bachillerato.